La residencia estudiantil Luis Espinal pertenecía a la orden de los jesuitas en Bolivia antes de que Tres Soles se hiciera cargo de ella. El padre Antonio Sagristá me había conocido a finales de 1987 durante mi año de voluntariado en el comedor popular de San Calixto, en La Paz. Antonio también se había trasladado a Cochabamba por motivos de salud y había fundado en 1996 la residencia estudiantil Luis Espinal, que tenía una orientación muy similar a la de Tres Soles y permitía a jóvenes socialmente marginados recibir una formación profesional mediante becas. Era amigo personal de la persona que dio nombre la residencia, Luis Espinal, que también era sacerdote jesuita y había dedicado su vida a luchar por los derechos humanos en Bolivia. Por ello, fue brutalmente asesinado por la dictadura militar en 1980.
Antonio, que ahora tiene 84 años y la salud quebrantada, buscaba desesperado un sucesor. La orden de los Jesuitas en Bolivia ha sufrido una gran pérdida de miembros en los últimos años -¡como muchas órdenes de sacerdotes y monjas en todo el mundo! - y no había nadie en sus filas que pudiera continuar con esta tarea. Si no se hubiera encontrado a nadie dispuesto a asumir la responsabilidad, la residencia estudiantil habría tenido que cerrarse definitivamente. Después de muchas consideraciones y muchos peros, acepté el reto y así la casa fue transferida a Tres Soles el 1 de enero de 2009. Los gastos diarios, como, la electricidad, el agua, el mantenimiento y, sobre todo, las becas, siguen cubriéndose con donaciones privadas de muchas personas comprometidas de Suiza y Alemania.
|